Realmente de vez en cuando echo una mirada curiosa a los pasos que voy dejando en mi camino, para ver en qué momento fui perdiendo los rastros de mi positivismo.
¿Qué me ha pasado?
¿En qué me he convertido?
¿Qué me ha pasado?
¿En qué me he convertido?
Pensar en regresar al aula de clases y sentarme a callar por siete horas al dÃa, observando a todos tan ajenos rondando de aquà a allá, gritando, riendo, comentando, musitando, murmullando... ensombrece mis ánimos.
Es como ir a saborear un vacÃo existencial cada vez que me doy cuenta de lo sola y apartada que estoy, de lo mucho que huyo de ellos y de lo poco que me interesa siquiera dirigirles la palabra.
Absolutamente a nadie.
Es como ir a saborear un vacÃo existencial cada vez que me doy cuenta de lo sola y apartada que estoy, de lo mucho que huyo de ellos y de lo poco que me interesa siquiera dirigirles la palabra.
Absolutamente a nadie.